Confesiones de un antiguo masón
La entrevista a
Maurice Caillet, revela los actos y propuestas delictivos que atentan contra la
vida humana, el “Derecho a Existir es la piedra angular de todo
derecho y es el derecho fundamental de todo ser humano”, si éste es
negado, todos los demás derechos del hombre irán cayendo en cascada, golpeados
por las acciones de la masonería.
Los masones adoran
a demonios específicos, esto no es nada nuevo, como Lucifer, Baphomet, Rhá,
Moloch, Baal y Satanás, entre otros. La masonería en el mundo, y México no es
la excepción, a través de sus miembros, pertenecientes a Partidos
Políticos de izquierda y de derecha, con sus representantes en los poderes
legislativos, ejecutivos y judiciales, además de los monárquicos,
establece sus planes de ataque a los derechos fundamentales.
Desde lo que ellos
llaman como los trabajos en sus tenidas en los talleres o en logias,
confabulan los planes de degradación y envilecimiento de la vida humana,
destrucción de la moral y destrucción de la religión, en particular de la
Iglesia Católica. La secta masónica, por supuesto, tiene una fuerte presencia
entre los judíos, a la que pertenecen rabinos, jerarcas católicos infiltrados,
políticos, gobernantes, legisladores, comunicadores sociales, industriales,
empresarios, artistas, etc.
La masonería es uno
de los tentáculos de la secta iluminati, fundada por el exsacerdote
jesuita alemán de origen judío y luego satanista Adam Weishaupt, y sus
dirigentes son iluminati, quienes adoran a los mismos demonios. La secta
iluminati es la cabeza del pulpo de las demás sectas que tienen como propósito
fundar “una iglesia universal”, ecuménica, oficial y sin Dios; y establecer
un Gobierno Mundial –Nuevo Orden Mundial- que surgirá de la Comunidad
Económica Europea, cuyos principales fundadores son judíos. Estas dos
plataformas, serán dirigidas por el anunciado Devastador Anticristo Maitreya
Raj Patel, a quien cuidan y sostienen los miembros del “movimiento
sionista” como los rabinos y los jerarcas infiltrados en la
Iglesia hasta la Cúpula Vaticana por los Prioratos de Praga y de Sión, como es
el clarísimo caso de Joseph Ratzinger Peintner, el papa judío alemán Benedicto
XVI y el pro-sionista papa Francisco, caracterizados por sus herejías y los
golpes contra la Tradición de la Iglesia y la Moral enseñada por Jesús en los
Evangelios.
En México hay casos
clarísimos de masones políticos corruptos, como los del masón de izquierda
Andrés Manuel López Obrador, con escándalos por sus violaciones a sentencias
judiciales, la obtención ilícita de grandes cantidades de dinero de empresarios
a través de sus más cercanos colaboradores, pagos exorbitantes a su gabinete
más cercano, sostener ideología masónica, entre cuyos postulados se desafía a
los Diez Mandamientos, a las apariciones de la Virgen de Guadalupe, se promueve
el infernal aborto, las uniones homosexuales y la eutanasia, sosteniendo en su
mano el estandarte de la masonería.
Parece ser que los
mexicanos están dormidos y participan en las filas de los partidos de izquierda
como el PRD, el PRI y el movimiento MORENA del mismo masón AMLO.
La entrevista en
cuestión, es confirmatoria de lo que hemos expuesto, dada la importancia y gravedad
de los actos y planes de la masonería, secta definida por muchos Pontífices
como “la Sinagoga de los demonios”, la reproducimos textualmente a
continuación.
Confesiones de un antiguo masón
Maurice Caillet,
venerable de una Logia francesa, revela secretos en “Yo fui masón”
La entrevista a Maurice Caillet,
revela los actos y propuestas delictivos que atentan contra la vida humana, el “Derecho a Existir es la piedra
angular de todo derecho y es el derecho fundamental de todo ser humano”,
si éste es negado, todos los demás derechos del hombre irán cayendo en cascada,
golpeados por las acciones de la masonería.
Los masones adoran a demonios
específicos, esto no es nada nuevo, como Lucifer, Baphomet, Rhá, Moloch, Baal y
Satanás, entre otros. La masonería en el mundo, y México no es la excepción, a través de sus miembros, pertenecientes a
Partidos Políticos de izquierda y de derecha, con sus representantes en los
poderes legislativos, ejecutivos y judiciales, además de los monárquicos, establece sus planes de ataque a los derechos
fundamentales.
Desde lo que ellos llaman como los trabajos en sus tenidas en los talleres
o en logias, confabulan los planes de degradación y envilecimiento de la
vida humana, destrucción de la moral y destrucción de la religión, en
particular de la Iglesia Católica. La secta masónica, por supuesto, tiene una
fuerte presencia entre los judíos, a la que pertenecen rabinos, jerarcas
católicos infiltrados, políticos, gobernantes, legisladores, comunicadores
sociales, industriales, empresarios, artistas, etc.
La masonería es uno de los
tentáculos de la secta iluminati, fundada
por el exsacerdote jesuita alemán de origen judío y luego satanista Adam
Weishaupt, y sus dirigentes son iluminati, quienes adoran a los mismos
demonios. La secta iluminati es la cabeza del pulpo de las demás sectas que
tienen como propósito fundar “una iglesia universal”, ecuménica, oficial y sin
Dios; y establecer un Gobierno Mundial
–Nuevo Orden Mundial- que surgirá de la Comunidad Económica Europea, cuyos
principales fundadores son judíos. Estas dos plataformas, serán dirigidas por
el anunciado Devastador Anticristo Maitreya Raj Patel, a quien cuidan y
sostienen los miembros del “movimiento
sionista” como los rabinos y los jerarcas infiltrados en la Iglesia
hasta la Cúpula Vaticana por los Prioratos de Praga y de Sión, como es el
clarísimo caso de Joseph Ratzinger Peintner, el papa judío alemán Benedicto XVI
y el pro-sionista papa Francisco, caracterizados por sus herejías y los golpes
contra la Tradición de la Iglesia y la Moral enseñada por Jesús en los
Evangelios.
En México hay casos clarísimos de
masones políticos corruptos, como los del masón de izquierda Andrés Manuel
López Obrador, con escándalos por sus violaciones a sentencias judiciales, la
obtención ilícita de grandes cantidades de dinero de empresarios a través de
sus más cercanos colaboradores, pagos exorbitantes a su gabinete más cercano,
sostener ideología masónica, entre cuyos postulados se desafía a los Diez
Mandamientos, a las apariciones de la Virgen de Guadalupe, se promueve el
infernal aborto, las uniones homosexuales y la eutanasia, sosteniendo en su
mano el estandarte de la masonería.
Parece ser que los mexicanos
están dormidos y participan en las filas de los partidos de izquierda como el
PRD, el PRI y el movimiento MORENA del mismo masón AMLO.
La entrevista en cuestión, es
confirmatoria de lo que hemos expuesto, dada la importancia y gravedad de los
actos y planes de la masonería, secta definida por muchos Pontífices como “la Sinagoga de los demonios”, la
reproducimos textualmente a continuación.
Confesiones de un antiguo masón
Maurice Caillet,
venerable de una Logia francesa, revela secretos en “Yo fui masón”
MADRID, jueves, 6 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Maurice Caillet,
venerable de una Logia francesa durante 15 años, desvela secretos de la Masonería
en un libro recién publicado por "LibrosLibres" con el título "Yo fui masón".
Rituales, normas de funcionamiento interno, juramentos y la influencia
en la política de esta organización secreta salen ahora a la luz, en particular
las implicaciones del juramento que obliga a defender a otros
"hermanos" masones.
El volumen desvela también la decisiva influencia de la Masonería en la
elaboración y aprobación de leyes, como la del aborto, en Francia, de la que
él, como médico, participó activamente.
Caillet, nacido en Burdeos (Francia) en 1933, especializado en Ginecología y Urología,
practicó abortos y esterilizaciones antes y después de que gozasen de amparo
legal en su país. Miembro del Partido Socialista Francés, llegó a
alcanzar cargos de relevancia en la Administración sanitaria.
--¿Cuándo entra usted
oficialmente en la Masonería?
--Maurice Caillet: A principios de 1970 me
convocaron para una posible iniciación. Yo lo ignoraba prácticamente todo
acerca de lo que me esperaba. Tenía 36 años, era un hombre libre y nunca me
había afiliado a sindicato ni partido político alguno. Así pues, una tarde, en
una discreta calle de la ciudad de Rennes, llamé a la puerta del templo, cuyo frontón estaba adornado por una
esfinge de alas y un triángulo que rodeaba a un ojo. Fui recibido por un
hombre que me dijo: "Señor, ha solicitado ser admitido entre nosotros. ¿Su
decisión es definitiva?, ¿está usted dispuesto a someterse a la pruebas? Si la
respuesta es positiva, sígame". Hice un gesto de aquiescencia con la
cabeza. Me puso entonces una venda negra sobre los ojos, me cogió por el brazo
y me hizo recorrer una serie de pasillos. Empecé a sentir cierta inquietud,
pero antes de poder formularla oí cómo se cerraba la puerta detrás de
nosotros...
--En su libro "Yo fui masón" explica que la masonería fue determinante en la introducción del aborto libre en Francia en 1974.
--Maurice Caillet: La elección de Valéry
Giscard d'Estaing como Presidente de la República francesa en 1974 llevó a
Jacques Chirac a ser elegido Primer Ministro, teniendo éste como consejero
personal a Jean-Pierre Prouteau, Gran Maestre del Gran Oriente de Francia,
principal rama masónica francesa, de tendencia laicista. En el Ministerio
de Sanidad colocó a Simone Veil, jurista, antigua deportada de Auschwitz, que
tenía como consejero al doctor Pierre Simon, Gran Maestre de la Gran Logia de
Francia, con el cual yo mantenía correspondencia. Los políticos estaban bien rodeados
por los que llamábamos nuestros "Hermanos Tres puntos", y el proyecto
de ley sobre el aborto se elaboró con rapidez. Adoptada por el
Consejo de Ministros en el mes de noviembre, la ley Veil fue votada en
diciembre. ¡Los diputados y
senadores masones de derechas y de izquierdas votaron como un solo hombre!
--Usted comenta que
entre los masones hay obligatoriedad de ayudarse entre sí. ¿Sigue siendo hoy
así?
--Maurice Caillet: Los 'favores' son corrientes
en Francia. Ciertas logias tratan de ser virtuosas, pero el secreto que reina
en estos círculos favorece la corrupción. En la Fraternal de los Altos
Funcionarios, por ejemplo, se negocian ciertas promociones, y en la Fraternal
de Construcciones y Obras Públicas se reparten los contratos, con consecuencias
financieras considerables.
--¿Usted se benefició de esos favores?
--Maurice Caillet: Sí. El Tribunal de Apelación
presidido por un "hermano" se pronunció sobre mi divorcio ordenando
costas compartidas, en lugar de ponerlas todas a mi cargo, y redujo la pensión
alimenticia a la ayuda que debía prestar a mis hijos. Tiempo después, tras
tener un conflicto con mis tres socios de la clínica, otro "hermano
masón", Jean, director de la Caja de la Seguridad Social, al enterarse de
este conflicto, me propuso asumir la dirección del Centro de Exámenes de Salud
de Rennes.
--¿Afectó a su carrera profesional el abandono de la masonería?
--Maurice Caillet: Desde entonces no he encontrado
un puesto en ninguna administración pública o semipública, a pesar de mi rico
currículum.
--¿En algún momento tuvo amenazas de muerte?
--¿En algún momento tuvo amenazas de muerte?
--Maurice Caillet: Tras ser despedido de mi puesto
de trabajo de la administración y comenzar a pleitear contra dicha decisión
arbitraria, recibí la visita de un "hermano" de la Gran Logia de
Francia, catedrático y secretario regional de Fuerza Obrera, quien me dijo con
la mayor frialdad que si pleiteaba ante la magistratura laboral ‘ponía en
peligro mi vida' y él no podría hacer nada para protegerme. Nunca imaginé que
podría estar amenazado de muerte por conocidos y honorables masones de nuestra
ciudad.
--Usted era miembro del Partido Socialista y conocía a muchos de sus "hermanos" que se dedicaban a la política. ¿Podría decirme cuántos masones hubo en el Gobierno de Mitterrand?
--Maurice Caillet: Doce.
--Y, ¿en el actual de Sarkozy?
--Maurice Caillet: Dos.
--Para un ignorante como yo, ¿podría decirme cuáles son los principios de la masonería?
--Maurice Caillet: La masonería, en todas sus obediencias, propone una filosofía humanista, preocupada ante todo por el hombre y consagrada a la búsqueda de la verdad, aun afirmando que ésta es inaccesible. Rechaza todo dogma y sostiene el relativismo, que coloca a todas las religiones en un mismo plano, mientras que desde 1723, en las Constituciones de Anderson, ella se erige a sí misma en un plano superior, como "centro de unión". De ahí se deduce un relativismo moral: ninguna norma moral tiene en sí misma un origen divino y, en consecuencia, definitivo, intangible. Su moral evoluciona en función del consenso de las sociedades.
--Y, ¿cómo encaja Dios en la masonería?
--Maurice Caillet: Para un masón, el concepto mismo de Dios es especial,
y eso si es que se le menciona, como en las obediencias llamadas
espiritualistas. En el mejor de los casos es el Gran Arquitecto del
Universo, un Dios abstracto, pero solamente una especie de
"Creador-maestro relojero", como le designa el pastor Désaguliers,
uno de los fundadores de la masonería especulativa. A este Gran Arquitecto
se le reza, si se me permite la expresión, para que no intervenga en los
asuntos de los hombres, y ni siquiera se le cita en las Constituciones de
Anderson.
--¿Y el concepto de la salvación?
--Maurice Caillet: Como tal no existe en la
masonería salvo en el plano terrenal: es el elitismo de las sucesivas
iniciaciones, aunque éstas puedan considerarse pertenecientes al ámbito del
animismo, según René Guènon, gran iniciado, y Mircea Eliade, gran especialista
en religiones. Es, también, la búsqueda de un bien que no se especifica en
ninguna parte... puesto que la moral evoluciona en la sinceridad, la cual, como
todos sabemos, no es sinónimo de verdad.
--¿Cuál es la relación de la masonería con las religiones?
--Maurice Caillet: Es muy ambigua. En principio,
los masones proclaman con firmeza una tolerancia especial hacia todas las
creencias e ideologías, con un gusto muy marcado por el sincretismo, es decir,
una coordinación poco coherente de las diferentes doctrinas espirituales: es la
eterna gnosis, subversión de la fe verdadera. Por otra parte, la vida de las
logias, que ha sido mía durante 15 años, revela una animosidad particular
contra la autoridad papal y contra los dogmas de la Iglesia católica.
--¿Cómo comenzó su descubrimiento de Cristo?
--Maurice Caillet: Yo era racionalista, masón y
ateo. Tampoco estaba bautizado, pero mi mujer Claude estaba enferma y decidimos
ir a Lourdes. Mientras ella estaba en las piscinas, el frío me obligaba a
refugiarme en la Cripta, donde asistí, con interés, a la primera misa de mi
vida. Cuando el cura, al leer el Evangelio,
dijo: ‘Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá', se
produjo un choque tremendo en mí porque esta frase la oí el día de mi
iniciación en el grado de Aprendiz y la solía repetir cuando, ya Venerable,
iniciaba a los profanos. En el silencio
posterior -pues no había homilía- oí claramente una voz que me decía: ‘Bien.
Pides la curación de Claude. Pero ¿qué ofreces?'. Instantáneamente, y seguro de
haber sido interpelado por Dios mismo, sólo me tenía a mí mismo para ofrecer.
Al final de la misa, acudí a la sacristía y pedí Inmediatamente el bautismo al
cura. Éste, estupefacto cuando le confesé mi pertenencia masónica y mis
prácticas ocultistas, me dijo que fuera a ver al arzobispo de Rennes. Ese fue
el inició de mi itinerario espiritual.
Más información sobre "Yo
fui masón" en www.libroslibres.com
Fuente: ZENIT El mundo visto desde Roma. http://www.zenit.org/es/articles/confesiones-de-un-antiguo-mason